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Gestión y técnicas para mejorar la mala conducta en aulas

Tiempo de lectura: 5 minutos

La mala conducta escolar es uno de los principales desafíos a los que se enfrentan los docentes en su labor diaria. Interrupciones constantes, falta de respeto y comportamientos agresivos no solo obstaculizan el proceso de enseñanza-aprendizaje, sino que afectan negativamente el ambiente emocional del aula y el rendimiento académico general.

Abordar este problema de forma integral es esencial para crear un entorno educativo sano, respetuoso y propicio para el desarrollo integral de los estudiantes. Por ello, hoy en el blog de What’s New le daremos recomendaciones para gestionar la mala conducta y cómo hacerlo mediante la implementación de un software de gestión escolar.

¿Qué es la mala conducta en el aula?

La mala conducta en el aula se refiere a comportamientos que interrumpen el orden, el respeto y la armonía en el entorno educativo. Algunos de los tipos más comunes incluyen:

  • Interrupciones durante la clase o al hablar el docente.
  • Falta de respeto a compañeros o personal educativo.
  • Agresividad verbal o física.
  • Desobediencia constante a las normas del aula.
  • Conductas desafiantes o provocadoras.
  • Inasistencias o llegadas tardías frecuentes
  • Negativa a seguir instrucciones
  • Uso inadecuado de dispositivos electrónicos
  • Agresividad verbal o física

Si no se abordan a tiempo, estas conductas pueden volverse recurrentes y contagiarse al resto del grupo.

Qué es la mala conducta en el aula

Consecuencias de la mala conducta en el entorno educativo

El impacto de la mala conducta va más allá de la persona que las presenta y puede llegar a afectar:

  • El aprendizaje del grupo: se pierde tiempo valioso, se interrumpe la concentración y se reduce la participación.
  • El trabajo del docente: aumenta el estrés, la carga emocional y se complica la implementación del plan educativo.
  • El clima escolar: se deterioran las relaciones interpersonales y se incrementan los conflictos.

El valor de un ambiente de aprendizaje positivo

Un entorno donde se fomente la empatía, el respeto y la colaboración incide directamente en un mejor rendimiento académico, el desarrollo de habilidades socioemocionales, mayor motivación y asistencia escolar. Además, al controlar el comportamiento de los estudiantes se reducen significativamente las conductas problemáticas y se puede crear un entorno escolar más positivo.

Técnicas para mejorar la conducta

Para crear un ambiente de aprendizaje positivo y constructivo se deben implementar estrategias efectivas que fomenten comportamientos deseables en los estudiantes. A continuación, hablaremos de las técnicas más efectivas en las aulas:

Reforzamiento positivo

El refuerzo positivo consiste en recompensar comportamientos deseables en vez de centrarse solo en las sanciones. Esta estrategia se utiliza para motivar la conducta positiva de manera constante

Algunos ejemplos son:

  • Refuerzos verbales: felicitaciones, reconocimiento público.
  • Refuerzos tangibles: stickers, diplomas o pequeños premios.
  • Refuerzos sociales: privilegios, participación en actividades especiales.
  • Refuerzos por actividad: tiempo libre o juegos educativos.

Establecer normas claras y sanciones proporcionales

Desde el inicio del ciclo escolar, es importante definir las reglas del aula junto con los alumnos. Cuando estas normas son conocidas y consistentes, los estudiantes tienen más claridad sobre lo que se espera de ellos.

En caso de que los estudiantes no cumplan con las conductas del reglamento, se deben aplicar consecuencias coherentes con la falta cometida. Lo ideal es que estas consecuencias sean formativas y no solo punitivas, fomentando la reflexión del alumno sobre sus actos.

Ofrecer apoyo emocional y seguimiento

Muchos comportamientos disruptivos tienen su raíz en situaciones emocionales o familiares. Contar con un canal para derivar a los estudiantes con especialistas o brindarles seguimiento personalizado puede marcar una gran diferencia y crear un ambiente escolar más cercano.

Fomentar la participación

Diseñar actividades que promuevan el trabajo en equipo, la creatividad y el liderazgo ayuda a que los alumnos se involucren más en la dinámica de clase y reduzcan su conducta negativa por aburrimiento o falta de interés.

Mantener comunicación constante con los padres

La colaboración con las familias es esencial para modificar conductas persistentes. Utilizar un sistema que facilite el envío de reportes, notas o mensajes puede fortalecer el vínculo entre el hogar y la escuela.

Prevención y abordaje de la mala conducta

Los centros educativos deben contar con planes de prevención y contención de la mala conducta. Observar señales tempranas como aislamiento, cambios bruscos de comportamiento o rendimiento permite a los docentes actuar a tiempo.

Por otro lado, contar con protocolos de actuación frente a conductas disruptivas o agresivas permite una mejor intervención. Estos protocolos incluyen procedimientos de diagnóstico, notificación a los padres de familia, intervención y seguimiento.

Por ejemplo, llevar un registro sistemático de los estudiantes permite analizar patrones de asistencia y puntualidad, evaluar su progreso académico y diseñar planes de intervención personalizados.

¿Cómo puede ayudar un software de gestión escolar?

La integración de herramientas tecnológicas se ha convertido en un factor clave para potenciar la labor docente en el manejo del comportamiento en el aula. Un ejemplo de ello es el sistema Control Report Improve (CRI) de What’s New, que ofrece funcionalidades diseñadas para fortalecer la gestión conductual de los estudiantes:

Módulo de Comunicación

Este módulo es un canal de comunicación directo, seguro y confidencial entre docentes y padres que permite informar de manera oportuna sobre el progreso de los alumnos, alertar sobre conductas que requieran atención y establecer una colaboración inmediata para una intervención eficaz.

Módulo Académico

Este módulo permite centralizar el registro de observaciones de conducta, asistencias y calificaciones con el fin de apoyar la toma de decisiones pedagógicas basadas en datos concretos. Además, permite el seguimiento individualizado del desarrollo de cada estudiante, para brindar atención personalizada y detectar cambios de la conducta que se reflejen en las calificaciones.

Cómo gestionar mala conducta con un software

 

¿Listo para transformar la gestión de conducta en su escuela?

La gestión de conducta es un desafío constante para los educadores. Por ello, se requiere un enfoque integral, preventivo y colaborativo, en el que se combine la implementación de técnicas pedagógicas efectivas con el apoyo de herramientas tecnológicas como el software CRI de What’s New. Además, mantener una comunicación fluida con los padres de familia es clave para construir un ambiente donde todos los estudiantes puedan aprender, crecer y convivir en armonía.

Conozca más sobre el sistema CRI de What’s New navegando por nuestra página web, o solicite una demostración sin costo a través del formulario de contacto o botón de What’s App donde nuestros asesores le atenderán con gusto.

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